F. Cantamutto, M. Schorr y A. Wainer como continuidad y culminación de un trabajo de años en el frente económico externo de Argentina, han publicado el libro de referencia, al cual cabe elogiar en términos categóricos, por una razón central.
Deja atrás la repetida cantinela que asigna un límite muy problemático a la expansión industrial del país, sosteniendo que a la expansión del PBI industrial debe acompañarle una expansión mayor de las importaciones de insumos y componentes, escenario difícil de alcanzar en un país con limitaciones fuertes en su balanza de pagos externa.
Su tesis es: “Más que un problema de insuficiencia de divisas, la restricción externa se trata hoy de una pérdida del control de las que efectivamente se generan. Nuevos actores, crecientemente financiarizados, operan de manera determinante en la configuración de la economía argentina.”
A partir de esa idea demuestran de manera rigurosa, basados en la información estadística nacional, que el peso determinante en la generación de la restricción emerge de la presencia multinacional en todas las esferas productivas y de la formación de activos externos que la acompaña, buscando permanentemente seguridad en la divisa internacional.
En tal contexto, se agrega la deuda como forma de los gobiernos de compensar los faltantes, lo cual no hace más que incrementar el problema. Como posible solución final aparece la fuga hacia adelante, imaginando acelerar las exportaciones de los importantes recursos naturales del país. Los autores sostienen que siendo los protagonistas básicamente los mismos que conducen el proceso que hace hegemónicas a las finanzas, los alivios no pueden ser tales, porque las posibles futuras inversiones externas, al buscar hacer líquidas sus utilidades reproducen y amplían las dificultades.
Es concreto: No es posible por el camino imaginado acelerar los ingresos por exportaciones sin acelerar los egresos financieros de la misma manera.
Es necesario pensar y llevar a cabo un abanico más amplio de acciones, para revertir lo que es una debilidad estructural muy notoria y crítica. Las divisas que provienen de las exportaciones no alcanzan para todos los frentes que las demandan, incluyendo los económicos, los financieros y la sociedad en su conjunto buscando refugio de valor.
El punto es que allí se agota el libro.
Se expone con fuerza compartible, que quienes han liderado la evolución económica de las últimas décadas no parecen aspirar más que a profundizar la extracción de recursos naturales, y cómo se señala, agregar “algo” de valor a las exportaciones que se generen.
Sin proponer el aislamiento del país, proponen un desarrollo basado en las necesidades locales en garantizar niveles de vida decentes para toda la población, presente y futura.
Está claro – la experiencia de décadas lo confirma categóricamente – que esa meta no se alcanza con el derrame de esas inversiones concentradas.
El tema es: ¿cómo se consigue?
Nada se dice en este libro.
¿Cómo se sale de la ilusión del libre flujo de divisas, pasando a un sistema aceptado y validado por la mayoría de la sociedad donde se prioricen necesidades de uso de la divisas, en función de sostener la producción en todos los frentes?
¿Cómo se reorientan los sectores industriales deficitarios en divisas – automotriz, electrónica de entretenimiento – para corregir estos déficits?
¿Cómo se integra hacia adelante la minería del cobre o del litio, con qué actores y con qué fuente de tecnología?
¿Cómo se retrocede de haber convertido a la industria petrolera y gasífera en una actividad de enclave, cuando los recursos son propiedad del pueblo argentino?
¿Cómo se evita que se traslade al costo popular cualquier variación del precio internacional de los precios de alimentos que se exportan, reemplazando un sistema de retenciones a la exportación que no aporta a la solución y que tiene varios flancos de inequidad?
¿Cómo se desarrolla la producción social, que comprende la atención de todas las necesidades comunitarias que el mercado actual no atiende o atiende mal?
¿Cómo, en tal contexto, se asegurará un nivel de inflación definitivamente similar al del mundo central?
En síntesis: ¿Cuáles son los actores sociales, políticos y económicos que serán capaces de discutir esto, en un marco donde la sociedad en su conjunto sea el universo a respetar?
Lamentablemente, las respuestas a estas preguntas no están esbozadas en este libro y esto resta brillo a un diagnóstico certero y duro.
18.9.24