El buen vivir

Todos y todas queremos vivir mejor.

Allí se agotan nuestras coincidencias.

¿Acaso hay acuerdo en que solo serán válidas las salidas colectivas, para conseguir que una eventual bonanza nos alcance a todos y cada uno?

¿No es dominante, en cambio, la convicción de que no alcanza para todos y en consecuencia cada uno debe luchar por lo propio y hasta es moralmente legítimo dejar a otros afuera?

¿De dónde salió esta última idea? ¿Tuvimos alguna vez esperanza colectiva? ¿Cuándo la reemplazamos por el miedo al futuro?

Responder estas preguntas es clave para encontrar el camino correcto.